El pez araña que se conocía desde el siglo II antes de Cristo, sigue amenazando nuestros pies con su veneno, el cual se aisló por primera vez en 1992 y que contiene una proteína tóxica denominada dracotoxina. El veneno es termolábil, así que ante una picadura, pon la zona afectada en agua caliente con sal y acude al médico.
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http://www.diariodeibiza.es/pitiuses-balears/2017/03/17/veneno-espinas/903284.html [rev: 17/03/2017]
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