El pasado miércoles 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, alumnos y profesores de la Universidad Rey Juan Carlos de Móstoles hicimos una sentada en contra de la violencia de género. Decenas de personas nos reunimos con pancartas y mensajes reivindicando la erradicación total de esta lacra social.
La Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (Resolución 48/104, 20 de diciembre de 1993), define la violencia de género como “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener por resultado un daño o sufrimiento físico, psicológico o sexual para las mujeres, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada.”
Según el artículo 3 de la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, es prioritario poner en marcha un plan nacional de sensibilización y prevención de la violencia de género transmitiendo una escala de valores basada en el respeto de los derechos y libertades fundamentales y de la igualdad entre hombres y mujeres, así como el ejercicio de la tolerancia y de la libertad desde la perspectiva de las relaciones de género.
Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer. Valga como ejemplo el tratamiento de la mujer en el ámbito de la ciencia, muchísimo más desconocida que el hombre teniendo la misma relevancia.
Aunque muy pocos lo saben y otros prefieren no saberlo, la mujer ha tenido gran importancia en la ciencia, como es el caso de Rosalind Elsie Franklin, conocida por desarrollar la técnica y el instrumental para fotografiar muestras de ADN que permitían reconocer su estructura (fotografía 51). Fue discriminada por la Kings Collage de Londres, ya que por ser mujer se la obligaba a comer fuera de los comedores del personal y hacerlo fuera de la universidad o en las salas para estudiantes. Cuando por fin le otorgaron el premio Nobel por su descubrimiento, ya había fallecido por un cáncer de ovarios, probablemente debido a la cantidad de horas expuesta a los rayos X sin protección.
Al igual que ella han existido otras mujeres que lograron lidiar con todas las dificultades y conseguir importantes aportaciones para la ciencia: Hipatia de Alejandría, conocida como la primera mujer científica de la historia, autora de varios tratados de matemáticas y astronomía; Jocelyn Bell, primera astrofísica que descubrió la radioseñal de un púlsar; Ada Lovelace, primera programadora de la historia; Lise Meitner, que participó en el descubrimiento de la fisión nuclear… y otras muchas.
Como dicen que una imagen vale más que mil palabras, a continuación, un ejemplo de esta desigualdad.
Podemos decir que hemos avanzado respecto a la discriminación femenina, pero aún queda mucho camino por recorrer. Como dijo John Lennon: “No podemos tener una revolución que no involucre y libere a las mujeres.”
Colaboración en la realización de esta publicación: Raul Pérez Prieto.
REFERENCIAS:
Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado. Ministerio de la Presidencia y para las Administraciones Territoriales. Gobierno de España. Disponible en https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2004-21760
Benavente, R. (13 de marzo de 2014. Actualizado el 8 de marzo de 2017). Las diez mujeres más influyentes de la ciencia: de Marie Curie a Hipatia. El Confidencial. Disponible en http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2014-03-13/las-diez-mujeres-mas-influyentes-de-la-ciencia-de-marie-curie-a-hipatia_101069/
Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (Resolución 48/104, 20 de diciembre de 1993). Estrategia Nacional para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer (2013 – 2016). Gobierno de España. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Disponible en http://www.violenciagenero.msssi.gob.es/planActuacion/estrategiaNacional/docs/EstrategiaNacionalCastellano.pdf
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