El radón (Rn), es un gas incoloro, inodoro, e insípido que se origina por la desintegración radiactiva del uranio, que a su vez se desintegra dando como resultado radio, el cual se encuentra de forma natural en suelos y rocas. Al desintegrarse el radio aparece el radón que emana fácilmente del suelo o del agua y pasa al aire, donde emite partículas alfa. Estas partículas no son capaces de atravesar la piel humana, sin embargo, si un emisor alfa es inhalado, ingerido o entra en contacto con el organismo, puede ser muy nocivo.
Al aire libre, el radón presenta unas concentraciones bajas (5-15 Bq/m3) y no suele ocasionar ningún problema de salud, pero en espacios cerrados como minas, pozos, aguas subterráneas y plantas de tratamiento de aguas, las concentraciones de radón se disparan. En el caso de viviendas, escuelas, oficinas, etc., las concentraciones de radón varían entre <10 Bq/m3 hasta más de 300 Bq/m3.
Numerosos estudios llevados a cabo entre trabajadores de minas de uranio han comprobado que la exposición a las concentraciones de radón puede conllevar problemas pulmonares, y en altas concentraciones pueden derivar en cáncer de pulmón. Sin embargo, otros estudios demuestran que a bajas concentraciones como las que se pueden encontrar en las viviendas, el radón también puede contribuir considerablemente a la aparición de este tipo de cáncer.
El riesgo de padecer cáncer de pulmón aumenta en un 16% con cada incremento de 100 Bq/m3 en la concentración media de radón a largo plazo. Además, una persona que esta expuesta a esta radiación y además es fumadora tiene 25 veces más probabilidades de sufrir dicho cáncer que una persona no fumadora.
En el caso del agua potable que se encuentra en forma subterránea como manantiales o pozos, las concentraciones de radón serán mayores que en las aguas superficiales. Sin embargo, hasta el momento no se ha encontrado ninguna relación entre el cáncer de estómago y la exposición a radón a través del agua, ya que el radón se difunde fácilmente en el aire haciendo que lo inhalemos en mayor proporción.
La concentración de radón en las viviendas, depende de:
- La cantidad de uranio que contienen las rocas y el terreno del subsuelo.
- Los huecos que el radón encuentra para filtrarse en las viviendas, como las grietas en los cimientos y en los sótanos.
- Las tasas de intercambio de aire entre el interior y el exterior, que dependen del tipo de construcción, los hábitos de ventilación y la estanqueidad del edificio.
Para reducir la concentración en las viviendas, se pueden tomar las siguientes medidas:
- Mejorar la ventilación del forjado y de la vivienda.
- Instalar un sistema de extracción mecánica del radón en el sótano, el forjado o la solera. Así evitaremos que el radón se filtre desde las partes bajas de la vivienda (las que se encuentran en contacto con el suelo) hasta las partes altas, donde se encuentran las habitaciones.
- Sellar el piso y las paredes.
- Para reducir las concentraciones de radón en el agua, se puede usar la técnica de aireación o el uso de filtros de carbón activo granular.
REFERENCIAS:
- Abelson, P. H. (1991). Mineral dusts and radon in uranium mines. Science, 254(5033), 777-778.
- Darby, S., Hill, D., Auvinen, A., Barros-Dios, J. M., Baysson, H., Bochicchio, F., et al. (2005). Radon in homes and risk of lung cancer: Collaborative analysis of individual data from 13 european case-control studies. BMJ (Clinical Research Ed.), 330(7485), 223.
- Makinde‐Odusola, B. A. (2003). Radon in water. Water Encyclopedia,
- PÚBLICA, UNA PERSPECTIVA DE SALUD. Manual de la OMS sobre el radón en interiores.
Conclusión, las viviendas con mayor probabilidad de radón en su interior, debería costar la mitad dadas las circumstancias que es nocivo vivir alli!😮😷😷😷😷
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