Entrando en el mundo de los cannabinoides, ¿Potencial terapéutico?

Autoras: Blanca Silván Ros y Claudia Fernández Grande

En la primera parte se explicó qué son los cannabinoides, sus funciones, propiedades y su clasificación. En esta parte se hablará de algunos ejemplos de usos que se les está dando y que se les podrá dar en la medicina actual.

Alzheimer

Es una enfermedad neurodegenerativa que causa el deterioro progresivo de las capacidades cognitivas y mentales, siendo una de las principales causas de la demencia senil. Puede causar pérdida de memoria, desorientación, depresión e incluso un gran deterioro físico (Walther, 2006).

El Alzheimer actualmente no cuenta con medicamentos que lleguen a revertir o detener sus efectos, simplemente pueden llegar a producir una ligera mejora. Por lo tanto, la búsqueda de nuevos tratamientos efectivos está abierta (Aso, 2016).

El potencial terapéutico de los cannabinoides contra la sintomatología de esta enfermedad es cada vez mayor gracias a las evidencias que se proporcionan experimentando con modelos animales y celulares (Aso, 2016). Así, se ha demostrado que los cannabinoides sintéticos o naturales (THC, CBD), reducen la toxicidad neuronal del péptido Aβ (responsable de la muerte neuronal y el deterioro que provoca esta enfermedad), gracias a la actividad del receptor CB2 que elimina dicho péptido. Además, los cannabinoides pueden mitigar otros efectos negativos de la enfermedad devolviendo el apetito o reduciendo la agitación y agresividad del paciente (Volicer, 1997, Walther, 2006).

Esquizofrenia

Es una enfermedad mental grave que afecta a funciones cerebrales como el pensamiento, percepción y conducta. Se diferencian tres tipos de síntomas; los psicóticos positivos (alucinaciones), negativos (asociabilidad) y cognitivos (dificultades de atención o memoria). Se ha estudiado que la esquizofrenia puede surgir por factores genéticos o ambientales (dentro de estos, el consumo del cannabis) (Núñez et al, 2013).

No se puede afirmar que un consumo de cannabis produzca la aparición de la esquizofrenia, pero su consumo precoz o en grandes cantidades en personas de cierta vulnerabilidad (genética, socioeconómica, adolescentes), sí puede aumentar el riesgo de contraer la enfermedad e incluso adelantar su aparición (Erdozain et al, 2009 & Núñez et al, 2013).

El sistema endocannabinoide realiza un papel importante en el desarrollo neuronal, por lo que un consumo temprano del cannabis puede causar defectos estructurales. Esto se debe a que el cannabis activa los receptores CB1 que interfieren en los procesos fisiológicos normales que lleva a cabo el sistema endocannabinoide. Este proceso justifica el mayor riesgo en estos individuos a padecer esquizofrenia en la edad adulta (Erdozain et al, 2009).

Otro efecto negativo del cannabis se da una vez siendo diagnosticado con esquizofrenia. Ya que, continuar consumiendo cannabis puede producir un empeoramiento más rápido, aumentar los síntomas positivos anteriormente mencionados y un peor funcionamiento general de los enfermos (Erdozain et al, 2009).

Después de todo lo mencionado ¿Realmente el cannabis puede ser útil para la esquizofrenia? La respuesta es sí.

El tratamiento actual que se aplica a los pacientes con esquizofrenia se basa en medicamentos antipsicóticos. Estos son muy efectivos para reducir los síntomas positivos, pero no en los negativos y cognitivos. Además, provocan efectos adversos importantes. Sin embargo, varios estudios clínicos destacaron el cannabidiol (CBD) por sus propiedades antipsicóticas. Se desvelaron evidencias de que esta sustancia, procedente del cannabis, mejora los síntomas y produce menos efectos adversos que los antipsicóticos utilizados (Zuardi et al, 1995) . Cabe destacar que todavía existen pocos estudios, por lo que se debería seguir investigando ya que tiene un futuro prometedor para el tratamiento contra la esquizofrenia (Leweke et al, 2016).

Esclerosis lateral amiotrófica (ELA)

Es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta a neuronas motoras del cerebro y la médula espinal. Estas neuronas, dejan de funcionar, lo que produce la incapacidad del movimiento hasta llegar incluso a la muerte del paciente (Zapata-Zapata et al, 2016).

Resulta ser una enfermedad que no tiene cura ni tratamientos efectivos. Se está optando por estudiar los cannabinoides como tratamiento del ELA ya que pueden retrasar los síntomas y a su vez mejorar la calidad de vida del paciente. Esta mejoría se debe a que estas sustancias frenan la pérdida de apetito, dolor y falta de sueño, los cuales son síntomas secundarios del ELA. Además, como ya se ha mencionado, los cannabinoides han sido probados con éxito como buenos agentes terapéuticos en patologías neurodegenerativas (Alzheimer). Incluso tienen una ventaja frente a otros fármacos ya que no solo se centran en un aspecto patológico, sino que tienen cualidades tanto neuroprotectoras, antioxidantes y antiinflamatorias. Pueden cumplir por lo tanto varias funciones a la vez (Weber, 2010).

Mientras que en algunos casos esta enfermedad tiene un origen familiar (se puede llegar a heredar), la mayoría de casos no se sabe por qué se originan. Se está estudiando que una posible razón sean factores ambientales (Sánchez, 2017), otra opción pueden ser mutaciones. La primera mutación que se descubrió fue en el gen de la proteína SOD1. Esta, produce un aumento de los niveles del receptor CB2 (receptor del sistema endocannabinoide). Gracias a esta información, se experimentó con un cannabinoide sintético selectivo para el receptor CB2, que consiguió retrasar de manera significativa la evolución de la enfermedad . Por lo que sean de origen sintético o animal, los cannabinoides que intervienen con el CB2 pueden ayudar a la frenar la sintomatología y alargar la vida del paciente (Weber, 2010).

Bibliografia

Walther S, Mahlberg R, Eichmann U, Kunz D. Delta-9-tetrahydrocannabinol for nighttime agitation in severe dementia. Psychopharmacology (Berl) 2006; 185:524-8.

Aso E, Ferrer I. CB2 Cannabinoid receptor as potential target against Alzheimer’s disease. Front Neurosci 2016 10:243.

Núñez A, Frómeta C, Hechavarria D. Factores ambientales y genéticos asociados a la esquizofrenia paranoide en el área de salud. Revista Cubana Med Gen Integr 2013 864: 2125-4.

Erdozain A.M.; Muguruza C.; Meana J.J.; Callado L.F. ¿Es realmente el consumo de cannabis un factor de riesgo para la esquizofrenia?. Norte de Salud Mental 2009 34:23.

Leweke F, Mueller J, Lange B, Rohleder C. Therapeutic Potential of Cannabinoids in Psychosis. Biological Psychiatry 2016 79:604.

Zuardi A, Morais S, Guimaraes F, Mechoulam R. Antipsychotic effect of cannabidiol. Journal of Clinical Psychiatry  1995 56:485.

Sánchez, A. Factores de riesgo ambiental y georreferenciación en casos de esclerosis lateral amiotrófica. Tesis de maestría 2017.

Weber M, Goldman B, Truniger S. Tetrahydrocannabinol (THC) for cramps in amyotrophic lateral sclerosis: a randomised, double-blind crossover trial. J Neurol Neurosurg Psychiatry 2010; 81:1135-40.

Zapata-Zapata C, Franco-Dánger E, Solano-Atehortúa J, Ahunca-Velasquez L, Esclerosis lateral amiotrófica. Revista latreia 2016; 194:205-29.

 

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