Matt Walker, científico especializado en el sueño y el cerebro, nos explica en esta Ted talk cómo afectan al sueño estas dos sustancias.
La cafeína se encuentra dentro del grupo de las drogas que son estimulantes psicoactivos. La duración de la cafeína en el cuerpo es de más de 10-12 horas por lo que los cafés que tomamos por la mañana o pasado el mediodía pueden afectar a la calidad del sueño nocturno. La cafeína afecta tanto a la capacidad de dormirnos como a la de permanecer dormidos así como a la calidad del sueño ya que disminuye la duración de las fases 3 y 4 del NREM. Esto supone levantarse con sensación de no haber descansado y de necesitar varios cafés para afrontar el día.
El alcohol es un tipo de droga clasificada como sedativa. Pero la sedación no es lo mismo que el sueño profundo ya que durante la sedación la actividad cerebral es menor que durante el sueño. Por otro lado, el alcohol favorece la fragmentación del sueño, es decir, despertarnos varias veces a lo largo de la noche. También aumenta la cantidad de químicos de alerta que son liberados por el cerebro, contribuyendo a esta fragmentación. Por último, el alcohol puede bloquear los sueños, los cuales tienen beneficios en términos de salud mental, bienestar emocional y creatividad.
Puedes ver la charla completa (en inglés) aquí:
Fuente de la imagen: https://cutt.ly/kd4Vdto
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