Our skin is home to billions of microorganisms, the vast majority of which are bacteria. Much like the microbiome in our gut, these microbes play a crucial part in keeping us healthy.
They are part of a finely balanced ecosystem of friendly or ‘commensal’ bacteria, which protect our skin by creating an inhospitable environment for would-be invaders, bolstering the physical integrity of the skin, and training the immune system to distinguish commensal inhabitants from pathogens. A number of skin conditions are now understood to be influenced by a breakdown of this microbial ecosystem.
Researchers are working out whether restoring the balance can treat these conditions.Understanding the ecology of this rich community is likely to be an important part of both dermatology and the study of the microbiome.
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Traducción a español:
Nuestra piel es el hogar de miles de millones de microorganismos, la gran mayoría de los cuales son bacterias. Al igual que el microbioma en nuestro intestino, estos microbios desempeñan un papel crucial para mantenernos sanos.
Forman parte de un ecosistema finamente equilibrado de bacterias amigables o «comensales», que protegen nuestra piel creando un ambiente inhóspito para los posibles invasores, reforzando la integridad física de la piel y entrenando al sistema inmunológico para distinguir a los habitantes comensales de los patógenos. Se ha visto que la ruptura de este ecosistema microbiano tiene gran influencia en algunas enfermedades de la piel.
Los investigadores están estudiando si el restablecimiento del equilibrio puede ayudar a tratar estas enfermedades. Es probable que la comprensión de la ecología de esta rica comunidad sea una parte importante tanto de la dermatología como del estudio del microbioma.
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