La obesidad es uno de los mayores retos de salud pública del siglo XXI. Su prevalencia se ha triplicado en muchos países europeos en las últimas décadas, alcanzando los 650 millones de personas adultas con obesidad y 340 millones de niños y adolescentes con sobrepeso u obesidad según la OMS.
Los tratamientos convencionales para perder peso, como fármacos, dietas, incluso la cirugía de reducción de estómago, no consiguen solucionar definitivamente el problema. Una nueva técnica empieza a dar interesantes resultados: nos permite actuar directamente sobre el cerebro, ‘estimularlo’ para que cambie de hábitos y mantener así a raya la obesidad.
Mediante la neuromodulación, y más concretamente mediante un tipo de estimulación cerebral no invasiva llamada estimulación transcraneal por corriente directa o tDCS, es posible modificar la actividad del cerebro induciendo una corriente eléctrica muy tenue mediante la colocación de electrodos en el cuero cabelludo. No duele, no es invasiva, no requiere anestesia ni cirugía, y no es cara.
En el Cognitive NeuroLab de la UOC estudiamos el efecto de la estimulación cerebral no invasiva en pacientes con diferentes patologías, entre ellas la obesidad.
Origen: Neuroestimulación para adelgazar: esta es su base científica